25 Ene ¿Por qué usar cátodos de latón para celdas Hull en electrodeposición?

La electrodeposición, o galvanizado, es uno de los métodos más usados en la industria con procesos metalmecánicos para el recubrimiento de metales, con el principal enfoque en aumentar su vida útil y protegerlos de la corrosión.

El principio de la electrodeposición es la electrólisis, que implica la reducción de un compuesto metálico en agua, que gana electrones, y una deposición del metal que se fija sobre una superficie conductora. No es un proceso fácil, porque hay muchas variables, según los materiales utilizados. Así que, hay criterios de elección de los mismos, que deben adecuarse a cada proceso y los resultados esperados. En esta ocasión, hablamos del uso de cátodos de latón para celdas Hull.

Electrodeposición por celdas Hull

La electrodeposición por celdas Hull hace posibles pruebas en el laboratorio para evaluar la solución de electro-depositación. Se analiza el depósito en el cátodo en un rango de densidades de corriente, para calcular su desempeño en un baño, ya en la producción.

Se trabaja con celdas Hull, porque permiten hacer ejercicios de prueba y error, hasta encontrar el proceso ideal. En estas celdas se colocan los ánodos y cátodos (paneles), que pueden ser de acero, o latón. Los cátodos de latón traen una capa plástica que habrá de remover, antes de usarse.

¿Por qué se eligen cátodos de latón para las celdas Hull?

Algunos especialistas se han planteado la duda sobre si el uso de cátodos de latón para celdas Hull podría ocasionar efectos perjudiciales, como la corrosión galvánica, por producirse el contacto entre dos metales diferentes. Dos metales con diferencia de potencial, uno actuando como el ánodo y el otro como cátodo, producen un flujo de corriente, en un medio como el agua, y esto propicia la corrosión galvánica.

Sin embargo, hay una serie galvánica o índice galvánico que indica el grado de nobleza de cada metal, donde a mayor alejamiento del índice habrá mayor corrosión, y dicho metal será menos noble.

En el caso del latón, se encuentra por encima de la media de los metales más nobles en cátodos, solo por debajo de otros como el grafito, el oro, la plata o el titanio, y al mismo nivel que el cobre, uno de los cátodos más usados, o el bronce.

Esto califica a los cátodos de latón como parte de los materiales de mejor desempeño para la electrodeposición, que puede usarse, sin problema, en pruebas con celdas Hull.

Además, la corrosión es insignificante si la superficie del metal más noble es menor, que la del metal sujeto a corrosión. Por ello, es que se puede trabajar con cátodos de latón en superficies de tubería de hierro y acero, u otros materiales metálicos menos nobles que el latón, sin ningún problema.

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